Las mascarillas de oxígeno son utilizadas para pacientes con tratamiento de oxígeno. Su finalidad se ubica dentro del área clínica, pero también se utilizan dentro de los aviones. Estas buscan tratar a personas con problemas respiratorios, con tos o, incluso, son utilizadas para tratar una gripe común. Es decir, son las herramientas fundamentales que se usan dentro del tratamiento de oxigenoterapia.
El modo de empleo de las mascarillas de oxígeno, dependiendo del tipo, es colocándola sobre el rostro del paciente y que esta le cubra la nariz y la boca. Se pueden distinguir dos tipos fundamentales de mascarilla, las de bajo flujo y las de alto flujo. Dentro de las de bajo flujo se encuentran:
GAFAS NASALES
Las cánulas o gafas nasales es el tipo más sencillo y simple. Es el más utilizado para administrar el oxígeno de bajo flujo. Esto se debe a su reducida capacidad de transmisión. Está compuesta por dos pequeñas cánulas que son introducidas en los orificios nasales. Asimismo, son las más cómodas debido a que permiten hablar, comer, dormir y expectorar sin que se tenga que interrumpir el aporte de CO2. Este tipo de dispositivo se utilizará en pacientes que se encuentren de baja gravedad.
MASCARILLAS FACIALES SIMPLES.
Las mascarillas faciales simples están fabricadas en plástico transparente y son blandas. Este dispositivo al colocarlo sobre el rostro cubre la nariz y la boca. Estas mascarillas poseen unos orificios laterales que permiten la salida del aire espirado. Estos dispositivos son menos prácticos porque obstaculizan acciones como comer, dormir o, incluso, expectorar.
MASCARILLAS CON RESERVORIO.
Las mascarillas con reservorio son empleadas en los sistemas de bajo flujo y son las que proporcionan más concentración de oxígeno. Se pueden identificar como mascarillas simples pero estas cuentan con una bolsa de reservorio en su extremo inferior.
MASCARILLAS TIPO VENTURI.
En cambio, dentro de los dispositivos de alto flujo se ubican las mascarillas tipo venturi que se encargan de succionar el aire del entorno y lo mezclan con el flujo de oxígeno. A través de este tipo de mascarillas se obtienen concentraciones de oxígeno inspirado más exactas sin que influya el patrón ventilatorio de la persona.
El tratamiento de oxigenoterapia se administra dependiendo de las necesidades del paciente. El uso de este tipo de dispositivos permite que se reduzcan los síntomas de disnea, es decir, la falta de aire que se siente al respirar. No obstante, durante los últimos años este tipo de método se ha extendido a otros campos de la salud como en tratamiento de botox y la mesoterapia. El uso de la oxigenoterapia dentro de estos ámbitos tienen el objetivo de tratar pieles con arrugas, que estén secas o cansadas.